David Bisbal despliega su magia en Madrid:

David Bisbal despliega su magia en Madrid: del guiño a su hermano al "¿cómo están mis máquinas?" El almeriense regala una noche única a su público en Madrid con la parada de su 'Me siento vivo Tour'. Así vivimos el 'show'

Las grandes estrellas se hacen esperar. Eso es así. Es parte de ese juego entre el halo de misterio y la grandiosidad que uno espera cuando va a ver un espectáculo en vivo. Y, en ese grupo de estrellas por las que bien merece la pena aguantar un cuarto de hora más sobre el inicio previsto, está David Bisbal. 13 minutos, para ser más exactos, es lo que se demoró en el inicio de su parada en Madrid con 'Me siento vivo Tour', una gira marcada por esos 20 años que lleva sobre los escenarios y el disco que ha alumbrado en este 2023 tan importante para él y que lleva el nombre de un 'show' que no podía empezar de otra manera que con esa pirueta que es marca de la casa.

Un espectáculo de pantallas le servía para salir al medio del escenario con un pantalón negro, americana de terciopelo y, tras ese giro del que hablábamos, ponerse a cantar 'Ajedrez', el primer sencillo que nos presentó de este álbum hilo conductor del espectáculo. 'Quien me iba a decir' le ayudaba a seguir escarbando para romper el hielo antes de dedicar las primeras palabras a una 'plaza' en la que siempre se siente como en casa: "Qué bonito acabar el año en una ciudad que me encanta. He pasado por muchos lugares, pero Madrid se convirtió en mi casa hace años", decía, para añadir: "De nuevo en el WiZink. ¿Cuantas veces hemos estado aquí ya?". Una pregunta con nostalgia, con recuerdo a las 20 noches en el Teatro Albéniz... pero volviendo a dar importancia a ese recinto que se ha convertido en hogar de la música en la capital.

'Cuéntale', 'Lloraré las penas', 'Camina y ven', 'Oye el 'boom'... Los números 1 se iban sucediendo, mientras se iba colocando banderas que le tiraban desde el público. Porque si algo tiene David, es que se siente de todos los rincones desde los que le llega el cariño desde que comenzara en esta industria hace dos décadas. También, ese gusto por interactuar con su público siempre que puede. ¿Qué mejor que 'Mi princesa para ello, para convertirlo en uno de esos momentos cargados de magia en una noche especial?

Un número 1 para dedicar Comenzaba con Ludovico Vagnone y Sergio Gallardo tocando en sus guitarras los primeros acordes de ese sonido tan reconocible. “Veo alguna corona de alguna princesa", indicaba antes de hablar de esa persona especial a quien está dedicada, su hija Ela. Pero, también, de todas esas personas que la sienten suya, como una niña en silla de ruedas a la que conoció hace unos días y a quien le cantó, ante ese WiZink abarrotado que le ayudó a entonar el estribillo como si fuera una única voz.

Bisbal habla de los sueños, y aprovecha para rendir un tributo a lo más grande que tiene: su familia. Ese "tesoro que hay que guardar siempre en el corazón". El almeriense echa la vista atrás sobre esos meses en los que ha tenido que estar fuera de casa y cómo sus hijos, aprovechando un parón en el colegio, se unieron. Eso es lo que le hace tener la vitalidad que queda reflejada en 'Me siento vivo', detrás de la que están Pablo Cebrián y Luis Ramiro, a quienes se lo reconocía delante de esas miles de personas.

BALADAS A SU HERMANO JOSÉ MARÍA 
Sin salirse de esta senda, recordaba cómo hay otra canción que le ha unido a esos dos imprescindibles de la industria en nuestro país: 'El ruido', que no dudaba en dedicársela a su hija. Y de esta parte más emocional, más dulce, pasa a ese sentido del humor que nadie le discute. Llegaba el momento de 'Ay, ay, ay' y lo tenía fácil para bromear con la complejidad de la letra. De ahí, a 'Y no amanece', prólogo de uno de esos momentos que tocan el alma: Bisbal había elegido un puñado de sus baladas para dedicárselas a su hermano, de quien hace unos días nos enterábamos que está en silla de ruedas como consecuencia de una lesión medular padecida cuando estuvo unas horas desaparecido. 'Quiero perdereme en tu cuerpo', 'Esta ausencia', 'Culpable' y 'Dígale' eran las piezas de ese 'medley' que, seguro, tocaban el corazón de José María Bisbal

"Me parece maravilloso que después de 20 años sigamos juntos aquí", confesaba como introducción a la batería de agradecimiento: a su público que viaja allá donde esté su música; pero, sobre todo, a ese equipo de Universal Music del que resaltaba no solo el trabajo, sino también la humanidad. 'Tengo roto el corazón', 'Esclavo de sus besos', 'Silencio'... Parecía no poder escoger de entre todo el material. De hecho, lo siguiente era otro 'medley' más, con temas que, seguro, te sabes de memoria: 'Si tú la quieres', 'Dos veces', 'A contracorriente', 'Perdón', 'A partir de hoy'.

Con un "Madrid contigo hasta la muerte", aprovechaba para presentar a los miembros de su banda y, a la vez, para reflexionar sobre el momento que atraviesa la música, con sus partes dulces, pero también esas otras que no lo son tanto. Porque la música es parte de la vida, que también navega en esa dicotomía. ¿Para los bises? Lo primero, una camiseta con su "¿Cómo están mis máquinas?", la frase convertida en meme y que él ha sabido encajar con ese humor que conocen quienes han podido estar a su lado en las distancias cortas. Para cerrar, tres clásicos de sus comienzos: 'Corazón latino', 'Bulería' y 'Ave María'.




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Tengo Roto El Corazón